El avión Osprey, con 23 efectivos a bordo, formaba parte de las maniobras Predators Run, una serie conjunta de simulacros de combate entre los ejércitos de EEUU y australiano.
Tres marines estadounidenses murieron este domingo al estrellarse el avión Osprey en el que viajaban en una isla remota al norte de Australia durante unas maniobras de entrenamiento.
Otros cinco militares norteamericanos fueron rescatados en el lugar del accidente y trasladados a un hospital de Darwin en estado “grave”, informaron fuentes estadounidenses, mientras que la policía australiana indicó que estaba atendiendo al resto de la tripulación que resultó herida.
“Había un total de 23 personas a bordo”, señalaron funcionarios estadounidenses.
“Tres han sido confirmados fallecidos mientras que otros cinco fueron trasladados al Hospital Real de Darwin en estado grave”, añadieron.
Los esfuerzos de rescate se vieron complicados por la ubicación del accidente, la remota y escasamente poblada isla Melville, a unos 60 kilómetros al norte del continente australiano.
“Los esfuerzos de recuperación continúan”, indicaron las autoridades locales al tiempo que aseguraron que se inició una investigación.