La tarde del 18 de mayo de 1923, el fotógrafo Manuel Ramos tuvo el honor de ser el primero en retratar directamente del ayate de Juan Diego, la imagen de la Virgen de Guadalupe, sin el vidrio protector.
La oportunidad se presentó gracias a un cambio de marco, además de otros arreglos que necesitaba la imagen para su conservación después del atentado que sufrió el 14 de noviembre de 1921, cuando hicieron explotar una bomba dinamitera a los pies del ícono.
Una de las hijas de Ramos afirma que este acontecimiento fue tan importante para el fotógrafo que su devoción aumentó y comenzó a involucrarse más en fotografiar eventos de la Iglesia, como el Centenario de la Aparición de la Virgen.
Cabe destacar que las fotografías tomadas del lienzo se convirtieron en las imágenes oficiales de la Virgen de Guadalupe, imágenes que tuvieron una amplia circulación entre los devotos durante los años veinte y treinta.
Foto e información del Archivo Fotográfico Manuel Ramos