El 19 de julio de 1824, fue arteramente asesinado Agustín de Iturbide y Aramburu, el más controvertido personaje de nuestra historia, ángel o demonio todos en México sabemos de su existencia y según las corrientes, lo amamos o lo aborrecemos, sin embargo, quiero, sin apasionamientos y con datos fidedignos, ponerlo en el sitio que le corresponde.
Después de elaborar y proclamar, el Plan de Iguala, Iturbide firma Los Tratados de Córdoba con don Juan de O’Donojú. Con esta firma se puso fin, prácticamente sin más derramamiento de sangre. a la dominación española en Nueva España.
Era reconocido por la gente como como su libertador y había una verdadera veneración hacia su persona. Incluso, los que más tarde serían sus enemigos en este momento le alababan.
Una vez consumada la Independencia, y siguiendo el Plan de Iguala y los Tratados de Córdoba, es proclamado emperador, sin embargo, los problemas continuaron y la oposición del Congreso, dominado ya por las logias, en un principio académicas y poco después infiltradas por los masones, encabezados por el traidor Lorenzo de Zavala, (-tan mala influencia para Guerrero-) fue tal, que Iturbide, lo disolvió.
En un arrebato por su fuerte carácter, renuncia- no lo deponen, (él renuncia-) y sale exiliado, con su familia por dos años a Europa, desde donde pensaba volver a defender la independencia y el porvenir de la nación que había fundado, tal vez ahora como una república, como lo escribe en una de las cartas que manda desde el exilio.
El Congreso, enterado de su regreso y por lo tanto amedrentado, lo declara traidor a la patria y da órdenes de que sea ejecutado donde quiera que se le vea, en cualquier parte que pise el país. Ignorando él tales disposiciones, pues se hicieron irregularmente y al vapor, desembarca en Soto La Marina, busca llegar a la capital. Antes, los espías comisionados a rastrearlo lo reconocen supuestamente por su forma única de montar, recordemos que era el mejor jinete de Nueva España.
Se decreta, sin juicio ni sentencia su inmediato fusilamiento, en Padilla Tamaulipas, que por las circunstancias que lo rodearon, fue más bien un alevoso asesinato. A la hora de morir, él solo se vendó los ojos, repartió sus monedas de oro entre sus verdugos y dejó su reloj, su rosario y una carta para que fueran entregados a su viuda. Fue enterrado en el piso de la Iglesia del mismo pueblo sin lápida, ni nombre, años más tarde, cuando sus restos ya se habían recuperado, todo el pueblo de Padilla fue inundado so pretexto de hacer un embalse, sin embargo, la razón era borrar un vestigio más de una ignominia, y condenarlo al olvido, algo que ha sido imposible de lograr para los sucesivos grupos de poder que lo han intentado.
Sus restos descansan en la Catedral Metropolitana en un elegante nicho creado exprofeso y ningún gobernante se ha atrevido a trasladarlos a la Columna de la Independencia junto a los iniciadores de esta Guerra que gracias a él terminó.
En el siglo XIX a pesar de las pugnas entre liberales y conservadores, Iturbide mantuvo su lugar como consumador de la Independencias entre los personajes más insignes de esta lucha fraticida.
Al respecto hay mucho que comentar, baste decir que lo que más ha pesado para ganarse la animadversión de sus enemigos y hasta la actualidad, es el que, a pesar de su pensamiento indudablemente liberal, se le considerara conservador.
En 1830, el presidente Bustamante su gran admirador, pide que después de morir, su corazón sea llevado junto a los restos de Iturbide, donde permanece hasta la fecha.
El 20 de mayo de 1835 por acuerdo general su nombre fue inscrito con letras de oro en la Cámara de Diputados.
En 1921, 2 diputados, supuestamente agraristas, Antonio Díaz Soto y Gama y Octavio Paz Solórzano, sí, el padre del poeta, propusieron retirar el nombre de Iturbide de la Cámara, y sustituirlo por el de Belisario Domínguez, cosa que lograron sólo después de muchas acaloradas sesiones, el 7 de octubre. Temerosos de una nueva impugnación de sus compañeros, esa misma noche a hurtadillas, con el salón en tinieblas, y después de una botella de coñac Martell VSOP, se envalentonaron y mandaron quitar el nombre de Iturbide, resonando en el salón las patadas con que celebraban la caída de cada letra.
En 1943 siendo presidente de la República Manuel Ávila Camacho, fueron retiradas del Himno Nacional las estrofas referentes a Iturbide,
¿Fue héroe, fue villano? yo creo que fue un hombre de carne y hueso con más ambiciones, conocimientos y visión que sus contemporáneos, y que gracias a ello fue el único capaz de lograr la concordia entre 2 feroces enemigos y pudo así consumarse la independencia, que de otra manera hubiera costado muchas vidas más.
Que cada quien haga su juicio, pero con los elementos suficientes y verdaderos para ello.
Seminario de Cultura Mexicana.