Cada 1 de noviembre, la Iglesia Católica celebra la Fiesta de Todos los Santos, un día dedicado a honrar a todas las almas que han alcanzado la santidad, tanto las reconocidas oficialmente como aquellas que no fueron canonizadas, pero vivieron en fidelidad a su fe.
¿Qué es la Fiesta de Todos los Santos?
Originalmente, esta celebración coincidía con la dedicación del Panteón en Roma —un antiguo templo pagano— el 13 de mayo del año 609, fecha que también se relaciona con una antigua festividad oriental. Posteriormente, fue trasladada al 1 de noviembre, según el calendario romano, para preceder a la Conmemoración de los Fieles Difuntos, día en que la Iglesia ora por las almas que aún se purifican en el Purgatorio.
¿Qué diferencia hay entre Todos los Santos y Todos los Fieles Difuntos?
En Todos los Santos se celebra a quienes ya gozan de la presencia de Dios en el Cielo, mientras que el 2 de noviembre, en la Conmemoración de los Fieles Difuntos, se reza por las almas que todavía no han alcanzado la plenitud celestial.
¿Qué es en realidad un santo?
Según la Madre Angélica, “los santos son personas comunes que aman a Jesús, tratan de imitarlo y son fieles a sus deberes de estado durante su vida”.
Un santo canonizado es alguien que, tras una investigación profunda, la Iglesia declara que está en el Cielo. Esto incluye a los ángeles, los justos del Antiguo Testamento, los apóstoles, y muchos otros fieles de los primeros siglos. Con el paso del tiempo, este proceso se formalizó y se conoce como canonización.
¿Todas las almas del Cielo son santas?
Sí. Aunque la Iglesia reconoce oficialmente a algunos santos, existen innumerables almas en el Cielo que nunca fueron canonizadas, pero que alcanzaron la vida eterna.
¿Existen santos vivos?
En la Biblia, el término “santo” también se utiliza para describir a los fieles que viven conforme al Evangelio, pero la Iglesia reserva el título formal de “santo” para quienes han perseverado hasta la muerte en gracia y han sido reconocidos como modelos de vida cristiana.
¿Hay santos no católicos?
La Iglesia canoniza únicamente a católicos, pero reconoce que personas de otras confesiones cristianas pueden haber vivido y muerto por amor a Cristo. Muchos mártires no católicos del siglo XX, bajo regímenes totalitarios, son ejemplo de fidelidad a la fe. La Iglesia enseña que esas almas también están con Dios, purificadas plenamente en el Purgatorio.
Esta solemnidad invita a los creyentes a seguir el ejemplo de quienes alcanzaron la santidad y a recordar que la llamada a la santidad es universal: un camino posible para todos.

