El cometa interestelar 3I/ATLAS volvió a generar debate en la comunidad científica luego de que autoridades estadounidenses confirmaran datos que coinciden con observaciones hechas por el astrofísico Avi Loeb, profesor de Harvard, conocido por estudiar objetos de origen no habitual en el espacio.
Aunque el cometa alcanzó su punto más cercano al Sol en octubre, su paso continúa siendo relevante debido a que mantiene una cercanía mayor con la Tierra y registra su nivel de luminosidad más intenso hasta ahora.
Loeb ha advertido desde hace meses que 3I/ATLAS presenta comportamientos fuera de lo común. Entre las irregularidades que ha destacado se encuentran un brillo concentrado en la parte frontal del objeto, una trayectoria muy precisa que coincide con órbitas planetarias y un nivel de energía inusualmente elevado. Para el científico, estas características ameritan un análisis profundo, pues podrían sugerir que no se trata de un cuerpo natural típico.
La legisladora estadounidense Anna Paulina Luna reveló recientemente que sostuvo comunicación directa con la NASA sobre el cometa. Según su publicación, la agencia espacial detectó las mismas anomalías señaladas por Loeb, particularmente en la estructura de la cola del objeto. Luna aseguró que la NASA planea publicar imágenes y datos, aunque estos materiales aún no se difunden por cuestiones administrativas derivadas del cierre temporal del gobierno estadounidense.
La congresista reconoció públicamente que el análisis preliminar del astrofísico sobre la anomalía en la cola del cometa había sido correcto, subrayando que este tipo de hallazgos refuerzan la importancia de continuar investigando objetos que provienen de fuera del sistema solar.
Aunque no existe ninguna alerta de riesgo para la Tierra, las irregularidades de 3I/ATLAS han despertado interés internacional por tratarse de un fenómeno poco habitual cuya naturaleza todavía no se comprende por completo.

