En muchas regiones de México, especialmente en comunidades con fuerte tradición religiosa, la festividad de Corpus Christi no solo es una celebración litúrgica, sino también un mosaico de expresiones culturales que han perdurado por generaciones. En este marco se celebran también el Día de los Manueles y el Día de las Mulitas, que aunque menos conocidos a nivel nacional, forman parte del mismo espíritu de la festividad.
¿Que es Corpus Christi?
Corpus Christi es una solemnidad de la Iglesia católica dedicada a la celebración del Cuerpo y la Sangre de Cristo presente en la Eucaristía. Se celebra el jueves siguiente a la solemnidad de la Santísima Trinidad, es decir, sesenta días después del Domingo de Resurrección.
Esta festividad surgió en el siglo XIII y se caracteriza por la procesión del Santísimo Sacramento, adornada con flores, altares y tapetes multicolores, como una manifestación pública de fe.
¿Que tienen que ver los Manueles con el día de Corpus?
En varios pueblos del centro de México, especialmente en estados como Veracruz, Puebla y Tlaxcala, el Día de los Manueles es el nombre popular con el que se conoce el jueves de Corpus. Su nombre proviene de la costumbre de regalar juguetes, panes o frutas a los niños, especialmente a los que se llaman Manuel, en honor a “Emmanuel”, uno de los nombres atribuidos a Jesús que significa “Dios con nosotros”.
Es una fiesta de convivencia familiar, en la que los padrinos regalan obsequios a sus ahijados, especialmente a los que hicieron su Primera Comunión.
¿Por qué también le dicen a esta fiesta “Día de mulitas?
Otra tradición ligada a esta festividad es la de las Mulitas, una costumbre profundamente arraigada en varias regiones rurales y urbanas. En este día, los niños —principalmente los que recientemente hicieron su Primera Comunión— son vestidos con trajes típicos mexicanos, como campesinos, charros, o con vestidos de manta bordados, para representar la sencillez y el espíritu humilde del pueblo.
Junto a ellos, se lleva una pequeña “mulita” hecha de palma, cartón o madera, decorada con flores, espigas o papel de colores. Esta figura representa al burrito que, según los Evangelios, cargó a Jesús durante su entrada triunfal a Jerusalén. También simboliza al pueblo que, con fe y humildad, carga con la presencia de Cristo.
Llevar la mulita y vestir a los niños de esta manera es una forma de ofrecerlos simbólicamente a Dios, como expresión de gratitud y de petición por su protección. Además, la palma tejida con la que se fabrican muchas de estas mulitas tiene un fuerte contenido simbólico: recuerda el Domingo de Ramos y la bienvenida que se le da al Salvador.