Tras dos años, ocho meses, cinco días y una completa transformación de la Rectoría de San Diego de Alcalá en el municipio de Coscomatepec a base de un gran esfuerzo y trabajo en conjunto con la feligresía, el Pbro. Jorge Morales Baigen se despidió el día de ayer con una misa y donde quienes le conocieron, agradecieron todo el empeño y dedicación tanto para el histórico inmueble como para la comunidad católica.
Cientos de personas se dieron cita en la Rectoría de San Diego de Alcalá, templo construido por frailes franciscanos en el siglo XVII para despedir al párroco con una misa de acción de gracias por el tiempo que habría pasado el padre Jorge a cargo de esta Rectoría.
A su llegada el día 5 de diciembre del año 2021 y en plena pandemia, el padre Jorge recordó que en un principio, quienes acudían a misa eran apenas ocho personas, sin embargo ahora el lugar no alcanzaba para quienes acudían diariamente a escuchar la palabra.
Y es que el Padre Jorge se supo ganar la admiración y respeto de todos los feligreses con trabajo, dedicación y amor por su gente. Restauró en su totalidad la Rectoría con aportaciones voluntarias y sin perder la esencia franciscana de la cual tiene origen, organizando kermeses, rifas, haciendo visibles espacios que nunca tuvieron acceso para quienes asistían, pero lo más importante… “como buen pastor unió a sus ovejas”.
El Padre Jorge recordó el primer día que llegó y el último que estuvo a cargo de la Rectoría de San Diego de Alcalá llevándose estas dos imágenes en el corazón, pero dejando unión y un templo digno, merecedor de las mejores postales para la posteridad, pero que también en su interior sanó corazones, reconfortó a los afligidos y llenó de paz a quien lo necesitaba.
En la red social de la Rectoría de San Diego de Alcalá se le dice adiós; seguramente regresará algún día o pronto al lugar que transformó, unió y que siempre le dará las gracias. Coscomatepec (que se caracteriza por ser agradecido), seguirá siendo su casa y será recordado como un ejemplo, y es que… ¿a quien no le gustaría ser recordado así independientemente de su misión en vida?
La vocación se demuestra y no se exige, acciona y no espera, eso es lo que hizo admirable la labor del Presbítero tras dos años de estar al frente de San Diego.
Muchas gracias padre Jorge.
Humberto Luna Carvajal.