Xóchitl y Huitzilin, desde que jugaban cuando niños y en la juventud, cuando ya se habían enamorado, subían por las tardes a la alta montaña llevando ofrendas a Tonatiuh, el dios sol, que sonriente las recibía; pero llegó la guerra y el joven Huilitzin partió al combate; a los pocos días el alma de Xóchitl sintió un frío estremecedor que casi le paralizó el corazón, y fue peor cuando le confirmaron la muerte heroica de su valiente amado. Transida de dolor, subió nuevamente a llevar una ofrenda a Tonatiuh, rogándole que la uniera por siempre a Huitzilin. Agradecido y compadecido, lanzó el dios sol uno de sus rayos y la joven quedó convertida en una hermosa flor que resplandecía con sus colores amarillo y naranja que el sol le regalaba, de la nada apareció entonces un veloz colibrí que amoroso se posó sobre ella y la flor se abrió en veinte pétalos emanado un aroma intenso y misterioso, quedando los jóvenes, desde entonces unidos para la eternidad. Esta es la leyenda náhuatl, que rodea a la flor de cempasúchil, nombre que significa flor de veinte pétalos.
Los pétalos eran para los antiguos mexicas, rayos del sol. Por ello, los usaban como adornos en sus tumbas, creían que amorosos guardaban la tibieza del día y cuando encontraban su aroma, éste encaminaba a los muertos; dice la leyenda que sus pétalos era su guía hacia la ofrenda y las almas al regresar no se perdían.
En México, se la llama flor de los muertos o cempaxóchitl., aunque su nombre científico es Tagetes erecta. Tiene varios otros nombres: flor de muerto, cempasochil, cempoal, flor de cempoal, flor de difunto, flor de niño, veinte flores. Del mismo modo, en lenguas indígenas, su nombre varía.
La primera vez que el cempasúchil aparece en un documento, es en el siglo XVI, dentro del Códice Fiorentino. Ahí se señala que su uso era ceremonial y estético. Hay 30 variedades de cempasúchil, Entre otras: tagetes erecta, que es la más común o la tagetes patula, que tiene las puntas amarillas y el centro anaranjado.
Independientemente de los usos y la fama alcanzada por los días de Todos Santos y Fieles difuntos, es asombrosa la variedad de aplicaciones útiles que se le han dado a esta flor, por ejemplo: en algunas regiones de México se utiliza en padecimientos digestivos, como dolor de estómago, diarrea, cólicos, afecciones hepáticas, bilis, vómito e indigestión. Con la planta también se elaboran lavados intestinales, y se emplea contra parásitos intestinales, ; en Yucatán, Oaxaca y Veracruz se utiliza contra la fiebre; mientras que en Tabasco y Guerrero se emplea para paliar la tos. Otros usos incluyen enfermedades respiratorias como catarro, gripa, bronquitis y congestión nasal.
Igualmente es empleada en el tratamiento de enfermedades “culturales” como “el espanto, el mal aire y el susto o el empacho y el enfriamiento estomacal”
Uno de sus pigmentos es la luteína, prescrita para la prevención de enfermedades oculares propias de la edad como cataratas y degeneración macular. Los tonos más intensos de color de las flores tienen un mayor contenido de carotenoides, efectivos en la prevención de enfermedades de las arterias coronarias, infartos, vejez y cáncer.También posee un antioxidante en su aceite esencial.
En agricultura se usa para repeler a los gusanos, como los del tomate. Se utiliza también como como abono; la flor se añade como pigmento natural y aditivo orgánico al alimento de gallinas para la producción de huevos con yemas más coloridas. Hay micro cervecerías que la incluyen dentro de sus recetas de temporada.
La flor de cempasúchil se siembra a partir de julio y se cosecha en octubre, debe venderse de 15 a 20 días después de cortada.
El cempasúchil llega a las ofrendas acompañada de la bellísima flor de terciopelo o cresta de gallo, de elegante textura y hermosos tonos de color rojo vino a morado, es una variedad de amaranto, en nuestra región es mal llamada como su prima: el moco de pavo, ya que su nombre verdadero es “celosía argéntea cristata”; a mí en lo personal, me gusta mucho y creo que la da a las ofrendas un bello y diferente toque de distinción. La celosía es una planta anual con hojas comestibles que se cultiva ampliamente en México, y en el norte de Sudamérica, África tropical o sur de Asia, donde crece como nativa con algunas variedades naturalizadas, principalmente cultivada como hoja vegetal alimenticia y nutritiva. Es una de las más importantes hojas comestibles en Nigeria, donde se le conoce como ‘soko yokoto’, que tiene un divertido y original significado “haz a tu marido gordo y feliz”.’ En España, México y Guatemala se le llama “Cresta de gallo”.
Córdoba Ver.,1 de noviembre de 2023