Por Rodrigo Valerio.
Hoy, 5 de febrero, celebramos el aniversario de la promulgación de las Constituciones de 1857 y 1917, las cuales representan momentos clave en la construcción de nuestro proyecto de nación. 🇲🇽
La Constitución de 1857 fue el resultado de las luchas liberales contra el conservadurismo y el colonialismo. Fue la primera en establecer los derechos del hombre, la soberanía nacional, la división de poderes, el federalismo, la libertad de expresión, de culto, de enseñanza, de trabajo y de comercio. También abolió la esclavitud y la religión oficial. Fue una constitución vanguardista y progresista para su época.
La Constitución de 1917 fue el fruto de la Revolución Mexicana, el movimiento social más trascendente del siglo XX. Fue la primera en incorporar los derechos sociales en su texto, como la reforma agraria, el municipio libre, la cuestión obrera, la educación obligatoria y gratuita, y la soberanía sobre los recursos naturales. Fue una constitución revolucionaria y ejemplar para el mundo.
Ambas constituciones son parte de nuestro legado histórico y de nuestra identidad como mexicanos. Son el reflejo de nuestros ideales, de nuestras luchas, de nuestras aspiraciones. Son la base de nuestra democracia, de nuestra justicia, de nuestra libertad. Son el fundamento de nuestros derechos y de nuestros deberes.
Hoy, más que nunca, debemos recordar y valorar el significado de estas constituciones, que nos han dado identidad, dignidad y soberanía.
Debemos defenderlas, respetarlas y cumplirlas.
Debemos honrar a quienes las hicieron posibles con su sacrificio y su visión.
Debemos seguir construyendo un México más justo, más libre, más democrático, más humano.
¡Viva la Constitución de 1857!
¡Viva la Constitución de 1917!
¡Viva México!