Por Rodrigo Valerio.
El primer viernes de marzo es una fecha cargada de misticismo y tradiciones ancestrales en México. Aunque para algunos es simplemente el inicio del fin de semana, para otros, especialmente en ciertas regiones, este día tiene un significado especial ligado a la magia y la conexión con la naturaleza.
De acuerdo con el calendario oficial, en México el primer viernes de marzo se celebra el año nuevo para el pueblo Nahua, una tradición que data desde la época prehispánica. Para ellos, este es un tiempo de esperanza, reverdecimiento de las plantas, florecimiento del campo y trinar de los pájaros. La Madre Tierra se renueva, y con ella llega la abundancia de los quelites, el florecimiento de los árboles frutales y la vitalidad que alimenta a los animales en las montañas
En el estado de Veracruz, específicamente en la zona de los Tuxtlas, se encuentra Catemaco, conocida como la “tierra de los brujos”. Aquí, en los primeros minutos del primer viernes de marzo, los “brujos de Catemaco” realizan limpias y rituales. Contrario a lo que se podría pensar, la llamada “Misa Negra” no se trata de magia oscura, sino de purificar las malas energías. En este día, se abren las puertas de “El Encanto”, un lugar donde se busca la purificación del alma y el apoyo para alejar los males. Es el único día en que se abren portales hacia energías tanto blancas como negras, y solo aquellos que saben manejarlas pueden cruzarlos
Conexión con la Madre Tierra.
Desde tiempos antiguos, el primer viernes de marzo también es un momento para conectarse con la Madre Tierra.
Se le rinde una ofrenda conocida como Xochitlalli, agradeciéndole por todo lo que nos brinda a lo largo del año.
Es un día para reflexionar sobre la naturaleza y la renovación que trae consigo la primavera.
La Tradición del Primer Viernes
Este día no solo es relevante para los comerciantes, sino también para los hierberos veracruzanos.
Se prepara un brebaje conocido como las “Hierbas de marzo”, utilizado para ayudar en la recuperación física por golpes, malestares como el empacho y limpias. La medicina tradicional se une a la magia en esta fecha significativa.
En resumen, el primer viernes de marzo en Veracruz es un momento en el que lo tangible y lo espiritual convergen.
Las veladoras arden, las hierbas se mezclan y las creencias se renuevan.
Es un día para buscar la buena energía y la buena suerte, guiados por la sabiduría ancestral que impregna cada rincón de esta hermosa región.