“Un artista completo” así me lo describen los días previos a su visita al programa del día sábado “Roy por la noche”, emocionada espero el día mientras investigo su obra, reviso redes e interpreto desde mi lírica poética su obra.
Lo encuentro sonriente y a veces serio, frío como una de sus pinturas en claroscuro y la cual nos impresiona a todos en cabina (Imagen 1.) “Yo, Gerardo Coria” un autorretrato en donde tras una máscara aparece el semblante serio y firme de “Vados” que nos cuenta que esa obra fue un parteaguas en su decisión de mostrarse tal cual es: un artista coscomatepecano que al principio tuvo miedo, pero que tuvo que elegir el camino al cual se quería dedicar.
Observar el autorretrato de “Vados” es impactante y nos permite mirar al hombre detrás de la máscara.
Frente a mi aparece una pintura que me vuela la cabeza: luces, colores, alegría y fiesta, eso es “El torito” (Imagen 2.) Vados nos cuenta que la pintura fue inspirada en el toro pirotécnico que llena de vida las festividades de la Rectoría de San Diego de Alcalá, primer centro religioso católico de Coscomatepec. Al igual que la pólvora, la festividad se expande a través de los trazos de “Vados” en felices matices de amarillos, rosas, verdes y azules. En la parte inferior de la pintura vemos a un parroquiano que tapa sus oídos ante la explosión de la pirotecnia, actividad artesanal orgullo también de nuestro pueblo.
Gerardo nos habla de lo que inicia su gusto por la pintura: un niño recordando a sus familiares artesanos, mirando con asombro el taller del abuelito y el tío, un niño imitando el juego de los hermanos en donde el dibujo y la plastilina eran esenciales, crecer y concentrarse en la pintura hacen de una pared un lienzo para Gerardo.
Los obstáculos, como todo artista, al inicio la incredulidad de la familia, la duda sobre la capacidad artística, pero “Vados” encontró a través de la disciplina y constancia el apoyo y orgullo de su familia demostrando que, cuando se quiere se puede y que tiene la persistencia de las piedras de río que hoy con detalle labra (Imagen 3.), encontramos en esas piedras, tallados que nos recuerdan nuestra herencia prehispánica, las trojes que los coscomatepecanos llevamos en el corazón.
¿Qué hay en el corazón de “Vados”? Sombras, luces, un pueblo protegido por un eterno volcán (Imagen 4.), una iglesia la cual observa mucho, así como también sus afectos e inspiraciones en el cerro de Chocamán. Esos elementos, nos comenta, casi siempre aparecen en sus trazos, trazos ya conocidos a nivel regional. Su obra ocupa un lugar importante en exposiciones realizadas en Orizaba, Coscomatepec y Ciudad Mendoza, así como un hermoso mural en la Capilla del Cerrito de Chocamán, sus trabajos decoran también algunas casas de particulares que tienen la fortuna de tener una obra original de nuestro artista coscomatepecano “Vados”.
Vuelvo la mirada a Gerardo Hernández Coria “Vados”, un artista independiente el cual se alterna entre su trabajo del taller familiar y su estudio artístico. Un joven menor de 30 años que no solo cuenta con las ganas, sino, con todo el talento para poner en alto el nombre de nuestro Coscomatepec ¡Conozcamos la obra de Gerardo Coria “Vados”! ¡Apoyemos aquello que en Cosco hacemos bien!