El sol ya se había ocultado en Coscomatepec cuando la cabina de CoscoFM se preparaba para escuchar una historia que merecía ser contada por quienes día a día la viven. Era sábado de “Roy por la noche”, pero en la cabina, estabamos emocionados, cargados de una energía que solo puede venir de corazones valientes. El título de la emisión de esa noche “Sin Límites: Una Historia de Superación” lo anunciaba todo.
Antes de las ocho de la noche, el estudio se llenó de presencias inspiradoras: una pareja que, pese a enfrentar la condición médica de paraplejia, ha convertido cada día en una lucha constante y una afirmación de vida. Sus nombres, tan comunes como los nuestros, resonaron en los micrófonos con una fuerza que nos recordó la inmensa capacidad humana para sobreponerse a las adversidades.

Rosa Chavéz Herrera y Jonathan Neria Peñafiel, nuestros invitados, llegaron acompañados de sus sillas de ruedas, pero también de una determinación que eclipsa cualquier limitación física. La historia de ambos es un testimonio de lucha, amor y una incansable búsqueda de inclusión en una sociedad que aún tiene mucho por aprender y hacer para abrazar la diversidad: una diversidad que nace ante un accidente que te cambia la vida, “es volver a empezar, es volver a nacer” mencionó Ross, al contar las adaptaciones que ha hecho en su vida, a partir de la apoplejía o pérdida de movilidad en las piernas. Por su parte, John nos habló de las dificultades que enfrentan las personas con discapacidad (término correcto) para encontrar trabajo, y la falta de compromiso de la mayoría de las empresas para adaptar infraestructura y ser más inclusivas (lo cual justifican con los costos elevados de tales adaptaciones).
Durante la conversación, compartieron con nosotros parte de su vida: desde los retos más simples en el día a día, así cómo lo complicado que es movilizarse en Coscomatepec, en donde todos conocemos los problemas viales y de infraestructura, pero que representan mayor dificultad para los usuarios de sillas de ruedas, hasta las actividades que realizan juntos, desafiando los estereotipos que suelen asociar una condición médica con la incapacidad. Ross, con su sonrisa contagiosa, habló sobre sus logros; mujer coscomatepecana, emprendedora, estilista, Reina de Belleza Miss WheelChair, fisicoculturista, activista por la inclusión, madre de familia y ama de casa, mientras John, con una voz tranquila y decidida, nos relató sus avances en el deporte adaptado, su compromiso con la inclusión como instructor para usuarios de silla de ruedas, encontrando en cada obstáculo una nueva oportunidad para superarse.
Lo que más nos inspiró en la cabina fue su mensaje de esperanza y perseverancia. “Somos personas normales, no queremos lastima, queremos empatía” “Querer es poder, pero necesitas creerlo”, dijo Ross, con una convicción que se sentía en cada palabra. John, por su parte, añadió: “La inclusión no es solo un derecho, es una necesidad” “En la apariencia no camino pero, mi mente siempre se está levantando”, “A las personas como nosotros les decimos; vas a llorar, a sufrir, a gritar pero… vas a salir de ahí”.
El programa no solo fue una ventana a la vida de esta pareja extraordinaria, sino también un recordatorio de la urgencia de construir una sociedad más inclusiva y accesible. A las autoridades: la mejora de infraestructura, rampas adecuadas y bien planeadas, sanitarios adaptados.
A la sociedad: empatía, educación sobre el tema y respeto. Urge una sociedad “que se ponga en su lugar”.
A los medios de transporte: paciencia, respeto, y accesibilidad para las necesidades de desplazamiento de los usuarios de silla de ruedas.
Ross y John, en cada anécdota y en cada risa compartida, nos dejaron una lección invaluable sobre el poder de la voluntad humana y la importancia de la empatía y el apoyo mutuo. Al finalizar la transmisión, la cabina se quedó en silencio, un silencio lleno de reflexión y admiración. Los oyentes, desde sus hogares, seguramente sintieron lo mismo: un profundo respeto y una renovada motivación para contribuir a un mundo más justo para todos. Incluirlos es nuestro deber, más allá de eso… Ross, y ahora John, son parte de nuestro paisaje coscomatepecano, de esos personajes entrañables que no sólo construyen la historia, sino que también, la inspiran.