El 8 de enero de 2025 se cumplirá un año de que el cerro Tlalchinoltépetl o cerro de Chocamán, del cual también corresponde una parte a Coscomatepec, celebrará su primer año como área natural protegida, por lo que a través del departamento de Fomento Agropecuario encabezado por el Ing. Roberto Ojeda Castro, miembros de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) y ciudadanía en general, así como asociaciones en pro de la conservación de fauna, flora y la riqueza natural de nuestra región realizarán eventos para conmemorar este hecho.
En una reunión celebrada este 19 de diciembre se dieron a conocer las actividades que durante el 2024 se realizaron, así mismo se destacó la importancia de dar a conocer formalmente que a partir de este 2025 se comenzará a informar al turismo sobre las restricciones que hay para la visita a la montaña, que con 2350 metros sobre el nivel del mar, es un pulmón e importante suministrador de agua por su captación de humedad a través del bosque mesófilo.
El Ing. Roberto Ojeda Castro, principal promotor de estas actividades mencionó a Cosco Fm que en próximos días se dará a conocer el calendario de actividades dentro de las que se incluirán visitas guiadas al cerro, así como ponencias de concientización y la colocación de señalética para informar al público en general que el cerro Tlalchinoltépetl es un área natural protegida de acuerdo a decreto oficial, por lo que su preservación y cuidado dependerá de todos.
Con una superficie de 1, 185 hectáreas, es hogar de 262 especies de flora como el álamo, magnolia, helechos arborescentes, musgos, bromelias y orquídeas, además de 687 de fauna, de las cuales 103 están en riesgo de acuerdo con la NOM-059-SEMARNAT-2010, entre las que destacan el calate jarocho, la culebra listonada de montaña cola larga, el colibrí pico corto y el loro cabeza amarilla, así como el viejo de monte y el ocelote.
Además contribuye a conservar los bosques mesófilos de montaña que ayudan a captar e infiltrar el agua de lluvia, para mantener manantiales que abastecen a más de 50 mil habitantes de la región.
Su protección permite el cuidado del suelo, la regulación del clima, la producción de alimentos, plantas medicinales, leña y maderas. También proporciona atractivos paisajes y espacios para la recreación.