Este 29 de noviembre, las calles del centro de Ixhuatlán del Café se llenaron de color, música y tradición con el Desfile de Catrinas 2025, organizado por el Telebachillerato de Ixhuatlán del Café.
En punto de las 10 de la mañana, el recorrido dio inicio con una vibrante participación estudiantil que combinó arte, cultura y respeto por las raíces mexicanas, recordando que la muerte, en México, se celebra con alegría, memoria y creatividad.

El desfile fue encabezado por el pelotón del Xantolo, danza tradicional que representa la unión entre los vivos y los muertos, con música, incienso y movimiento que evocan la llegada de las almas.
Tras ellos, continuó el pelotón con trajes típicos, donde los jóvenes portaron con orgullo la indumentaria tradicional de diversas regiones del país, mostrando la diversidad cultural que enriquece nuestras celebraciones.

Posteriormente, las calles se inundaron de color con el paso de catrinas y catrines, quienes desfilaron entre flores, lentejuelas, papel picado y maquillaje artístico, dando vida al icónico personaje creado por José Guadalupe Posada. Cada atuendo fue una obra de arte que combinó creatividad, respeto y simbolismo, transformando al pueblo en una verdadera pasarela de tradición.



Uno de los momentos más llamativos del recorrido fue el paso de un pelotón que cargaba en hombros a un estudiante sobre una cama de tablas, acompañado de copal, en una representación simbólica del tránsito entre la vida y la muerte. Este acto, a la vez solemne y poético, recordó la importancia de mantener vivas las costumbres y de rendir homenaje a quienes ya partieron.

Entre las coloridas catrinas también se pudieron leer escritos alusivos a la muerte, frases llenas de humor, reflexión y cariño que mostraron el ingenio popular mexicano. El desfile recorrió las principales calles del centro del pueblo entre bailes, música y aplausos del público, que se sumó con entusiasmo a la celebración.

Con este evento, el Telebachillerato de Ixhuatlán del Café reafirma su compromiso con la preservación de las tradiciones mexicanas y con el fomento de la identidad cultural entre sus estudiantes, quienes, entre sonrisas y calaveras, demostraron que en cada paso y cada flor, la vida sigue latiendo.


