De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, 93 por ciento de la población mexicana reconoció consumir bebidas azucaradas pese a que solo contienen 30% de concentrado de algún tipo de sabor de fruta, azúcar y agua .
“Es el consumo total de bebidas azucaradas, el mínimo de consumo son 4 mililitros al día, en esta población hay niños de 6 meses en adelante y consumos muy altos, el máximo de consumo es de alrededor de 6 litros o más
”De acuerdo con Ana Ortega Ávila, profesora de la Facultad de Medicina de la UNAM, en niños las aguas frescas es lo que más se consume, adolescentes y adultos prefieren refrescos, seguido por café con azúcar
Ana Ortega Ávila, profesora de la Facultad de Medicina de la UNAM, lamentó que en algunas zonas rurales con escases de agua potable, los niños desde los 6 meses de edad ya son parte de los consumidores
“El grupo de bajo consumo, es alrededor de 88% de la población de consumidores de bebidas azucaradas, bajo es un decir, porque son 392 mililitros al día, promedio y se asocia con mujeres, niños en edad escolar y con nivel socio-económico alto y medio
”Es importante considerar que el alto consumo de alimentos y bebidas industrializadas va más allá de decisiones de compra y está relacionado con lo que se ha establecido como culturalmente aceptable
“El consumo alto que el promedio son mil 580 mililitros al día, es el 11% de los consumidores, básicamente hombres adolescentes y adultos, el uno por ciento es alto, generalmente son hombres y el promedio casi 4 litros de bebidas azucaradas”
Ana Ortega Ávila, profesora de la Facultad de Medicina de la UNAM, recordó que incluso trabajadores de la construcción desayunan, comen y cenan con bebidas de cola y ahí alcanzan hasta 6 litros por día.
A la mayoría de los consumidores no les importa el encarecimiento del impuesto a dicho producto y se muestran dispuestos a seguir pagando precios altos por el refresco, habla Ana Ortega Ávila, profesora de la Facultad de Medicina de la UNAM
“Lo compro por el sabor, mientras me siga gustando, voy a seguir comprando cueste lo que cueste, esta parte cultural de la comida y la bebida, esta presión social de consumir un producto que está de moda, es fácil comprar una bebida ultraprocesada, que preparar”.
La lista de consumo de bebidas ultraprocesadas la encabezan Baja California Sur, San Luis Potosí, Michoacán, Colima, CDMX, Chiapas y Tabasco, en parte por la variedad gastronómica nacional, explicó Ana Ortega Ávila, profesora de la Facultad de Medicina de la UNAM“
Acompañar la comida con bebidas azucaradas, se complementa lo dulce, salado y picoso, como las bebidas azucaradas complementan bastante bien la comida mexicana, esto pasa en otros países, por ejemplo en la India, que también tienen comida muy picosa, condimentada y también hay gran variedad de bebidas azucaras”.
El elevado consumo de refrescos en México tiene repercusiones nutricionales y económicas, advierten expertos reunidos en el Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, durante el foro Bebidas ultra-procesadas, ciencia de la nutrición y la Coca-Colonización de México.
Especialistas de la Universidad de Melbourne, Australia destacan que los ultraprocesados, entre ellos los refrescos, son nutricionalmente desequilibrados, con altos contenidos de azúcares, grasas, sal y energía.
Aunque su adquisición es responsabilidad personal, estamos inmersos en una captura corporativa de la nutrición, donde bebidas como el refresco de cola representan un estilo de vida. Para muchos, comerlos o beberlos es, además del sabor, un asunto aspiracional, novedosas, agradables al paladar y adictivas, por lo que con facilidad sustituyen alimentos “reales”.
El investigador posdoctoral del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM y organizador del evento, José Manuel Tenorio Ramírez, comentó su investigación en comunidades de Chiapas, el estado de la República mexicana que tiene el más alto consumo de refrescos.
Se beben gaseosas para ir a la siembra, en los hogares, y se han sustituido bebidas tradicionales como el pozol de maíz, por los refrescos de cola.
Con información de Grupo ACIR.