Gran parte del mundo occidental celebra el 14 de febrero, el día del amor o de San Valentín, y ¿quién fue Valentín y por qué se le asocia con el amor y la amistad?
Valentín, fue un santo que figuró en el martirologio y calendario cristiano hasta 1969, fecha en la que la Iglesia católica excluyó a todos aquellos santos y mártires de los que no se tenía certeza de su existencia o de su santidad, sino que todo su historial estaba basado en leyendas o era de origen dudoso, en una palabra, no se podía verificar, (la misma suerte corrieron San Cristóbal y muchos otros más). Pero San Valentín se quedó de todas formas presente sobre todo por ser patrono de los enamorados.
Se cree que San Valentín fue uno de los mártires romanos ejecutados en el siglo III, por órdenes del Emperador Claudio II.
Se cuenta que era un médico que se hizo sacerdote y a él acudían secretamente los soldados que querían contraer matrimonio, ya que el casamiento les estaba prohibido, puesto que, el emperador consideraba que el matrimonio no era compatible con la carrera de las armas, pues les restaba ¡libertad y vigor!, así cuando Claudio II, supo que el sacerdote Valentín aun desobedeciéndole los casaba, ordenó su ejecución ya que se negó a dejar de hacerlo y más aún, a renegar de su fe, por lo que se cree que fue decapitado el 14 de febrero del año 270.
Gran parte de los restos de este hombre. médico y sacerdote, descansan en la Basílica de Terni, en Italia, ciudad de la que es patrono, y donde aún se le venera y se sigue celebrando con gran entusiasmo su festividad. El resto se dice que está en la iglesia de San Antón en Madrid, España, pero también en Dublín, Irlanda, veneran festivamente unas reliquias como de este santo.

Como sucede a menudo en otros casos, la devoción a San Valentín se desvirtuó; hasta hace unos 30 o 40 años, el 14 de febrero era el día de los novios o de los enamorados,- aunque en verdad debía ser el día de los esposos o las parejas matrimoniales-, desgraciadamente poco a poco se hizo de esta fecha algo totalmente comercial, se inventó aquello del día del amor y la amistad y entonces ¡a comprar se ha dicho!, para la amiga, para el amigo, para la pretendida, el jefe, en fin … tristemente todo se volvió material y comercial y quedó en el olvido el verdadero motivo de su devoción.
Recordemos esa frase que se puso de moda no hace muchos años: regale afecto, no lo compre. Demuestre su cariño y aprecio a su familia y a sus amigos con hechos; a su pareja, esposo o esposa, novia o novio, con su fidelidad, respeto y confianza durante todo el año, no sólo un día. No compremos toda clase de cosas inútiles y superfluas, que sólo ocupan lugar en un mueble donde no tardarán en empolvarse, regalemos lo mejor de nosotros, algo que pueda ocupar un lugar en el corazón de aquellos a quienes amamos y nos aman.
¡Feliz día de san Valentín!