El gobierno de Estados Unidos, encabezado por Donald Trump, anunció la cancelación de 13 rutas aéreas entre México y su país, así como la suspensión de los vuelos de carga y pasajeros desde el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA). La medida afecta a aerolíneas como Aeroméxico, Volaris y VivaAerobus, y frena los planes de crecimiento del aeropuerto ubicado en Zumpango, Estado de México.
Washington argumenta que México incumplió el acuerdo aéreo bilateral firmado en 2015, al reducir los horarios de operación en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y trasladar operaciones al AIFA. Según el Departamento de Transporte estadounidense, estas acciones alteraron el mercado y generaron pérdidas millonarias a las aerolíneas norteamericanas.

La decisión representa un golpe directo al AIFA, que movilizó solo 6.3 millones de pasajeros en 2024, lejos de los 20 millones proyectados al inicio de su operación. En contraste, el AICM continúa concentrando más de 40 millones de viajeros al año.
Desde Palacio Nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum rechazó el veto, asegurando que las acusaciones de Estados Unidos carecen de fundamento y que “México no es piñata de nadie”.
Expertos en aviación advierten que esta medida busca debilitar el proyecto insignia del gobierno mexicano, más por razones políticas que técnicas, y podría reducir aún más las rutas internacionales del AIFA, que solo mantendría conexiones con países de América Latina.
El conflicto se suma a otros roces bilaterales recientes en materia de comercio, seguridad y aviación, mientras la administración Trump refuerza su política proteccionista bajo el lema America First.

